Los espacios con entrada de luz natural van a ser garantía de salud. Primero para tu vista, evitando la fatiga visual y porque la sensación de amplitud en las estancias luminosas repercute en el bienestar. Afecta a la calidad de vida de los habitantes y es uno de los detalles principales para tener en cuenta a la hora de comprar o reformar una vivienda.
Hay diversas formas en las que puedes aprovechar muy bien la luz natural, independientemente de la construcción de la estancia. Por ejemplo, pintarla de blanco o en tonos claros, colocar espejos que siempre dan la sensación de amplitud y luminosidad, quitar los obstáculos de delante de la ventana, etc.
Lo más importante de todo es ubicar la ventana en una posición que te brinde todas las comodidades posibles y que te aporte todos los beneficios como los que vas a ver a continuación. Para ello, a no ser que seas experto en la materia, debes dejarlo en manos de profesionales que te puedan asesorar porque una vez hecho, no hay vuelta atrás. Veamos cómo influye la entrada de luz natural en una estancia.
Beneficios de la luz natural
Que tu organismo reciba directamente la luz natural es garantía de cuidar tu salud. ¿Sabías que la entrada de luz natural en el hogar elimina las bacterias que crecen en los ambientes oscuros y húmedos? Y además:
- Refuerza el sistema inmunológico. Se ha demostrado que pacientes ingresados en habitaciones de hospitales donde había más luz, se han recuperando antes.
- Favorece la función cognitiva del cerebro. Esto es especialmente aconsejable para la etapa estudiantil de los niños.
- Mejora la salud visual evitando la fatiga ocular
- También favorece la producción de serotonina, hormona responsable de la felicidad y el bienestar
- Proporciona vitalidad, alegría y una sensación de bienestar que va en contra del estrés y el cansancio.