Si tienes apartamento en la playa este post, te interesa. Siempre es la vivienda que dejemos para la última: los peores muebles, descuidamos la decoración, los enseres que usamos son de peor calidad y, por supuesto, posponemos hasta el infinito cualquier tipo de reforma. Hoy queremos contarte algunos trucos y qué debes tener en cuenta si quieres reformar tu apartamento de la playa. ¡Sigue leyendo!
Revisión de estructuras e instalaciones de tu apartamento en la playa
Para ello es fundamental que te informes del año de construcción de tu vivienda y si ha sido reformada con anterioridad. Para realizar esta revisión, te recomendamos que contrates profesionales en reformas e interiorismo y que, en su equipo, cuenten con carpinteros, electricistas, fontaneros y albañiles. Los aspectos clave de esta revisión básica son:
- Estado de la instalación eléctrica. Ten en cuenta que si el apartamento en la playa lo has adquirido es de los años setenta o anterior y nunca ha sido reformado, va a necesitar renovar todo el sistema de cableado y, seguramente, también los enchufes e interruptores.
- Cañerías y tomas de agua que, lo más probable es que sean de cobre; además, tal vez necesites llaves de corte en baños y cocina.
- Las ventanas suelen sufrir mucho con el efecto del sol y el aire del mar; plantéate ventanas nuevas con doble acristalamiento que garanticen un buen aislamiento acústico y térmico.
Rediseña tu apartamento en la playa
Por ejemplo, ¿se trata de un piso pequeño?, quizás sea el momento de eliminar algún tabique y ganar espacio visualmente. O atrévete integrando la cocina con el salón, recurriendo a una moderna barra americana. En el caso de los baños, si tienes dos y no los uses, puedes unirlo y disponer de uno más grande; o si tu caso es que tienes una terraza demasiado grande, ¿te has planteado sacar un dormitorio anexo con un sencillo cerramiento?
Cómo decorar tu apartamento de la playa
Pero para reformar una vivienda no es necesario hacer obras, con unos buenos cambios en la decoración, tu apartamento parecerá otro. Por ejemplo, no lo recargues en exceso y, más que nunca, menos es más en este tipo de viviendas que habitamos unos pocos meses del año. Apuesta por colores blancos y neutros en los suelos y paredes. En cuanto a los textiles, decántate por lo práctico, ligero y de fácil lavado.